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No perder el horizonte. No dejar de saber quiénes somos. No ceder nuestras libertades. No dejar de soñar. El ‘no’ que conjuga Isabel Cristina Zuleta está cargado de llamados positivos porque parte de la convicción del sentido de la lucha, de la necesidad de organizarse para permanecer en los territorios y desobedecer a la injusticia hasta romper “el ritmo de las amenazas”.

Isa Zuleta se reunió ayer con jóvenes en la Casa Museo Otraparte, en Envigado. Allí, la pre-candidata al Senado por el Pacto Histórico, recordó que “el estado Colombiano no cuida a sus ciudadanos, así que ¿por qué nosotros tenemos que ceder nuestras libertades si del lado de ellos no cumplen? No cedemos nuestras libertades hasta que ellos no cumplan por eso el Movimiento por el Agua y la Vida reivindica: hay que bloquear, hay que ocupar, hay que tomarse los espacios, porque ellos no nos están protegiendo. Por eso, reivindicamos la desobediencia, porque es un derecho desobedecer si no nos están cumpliendo”.

Convocado por Envigado se Mueve, el encuentro permitió poner sobre la tierra algunas verdades: “Nos engañan todo el tiempo, nos engañan con los datos, nos engañan con relación a la perspectiva del territorio para poder decidir sobre nuestras vidas. Ellos se mueven sobre la base del engaño y la tarea más importante que nosotros tenemos es desenmascararlos todo el tiempo, es una tarea enorme, además de desgastante”.

Pero la lideresa del Movimiento por el Agua y la Vida no ve margen para el desaliento porque “es posible resistir, es posible organizarse, es posible luchar. Hay maneras de tener ese horizonte a pesar de haberlo perdido”, así que Isa Zuleta animó a los jóvenes a eso, a organizarse y a no renunciar al papel que les corresponde en sus propias historias.

Eso sí, entendiendo que las empresas o el Estado no pueden, no deben, marcar el ritmo de las resistencias. “Ellos le ponen el ritmo a la resistencia, y ¿qué fue lo que tuvimos que aprender nosotros y nosotras? Pues que el ritmo lo ponemos nosotros, el ritmo no es el de la obra o de la empresa, el ritmo no es de la amenaza, el ritmo es de las resistencias a largo plazo”.

Isa Zuleta, que durante 12 años ha sido un referente a la resistencia contra el megaproyecto de Hidroituango, reconocía que produce “dolor que hayamos surgido con el objetivo de permanecer en el territorio, que hayamos puesto los muertos para quedarnos, para no irnos, para no volver a ser desplazados y desarraigados” y también confesaba que “a uno le pueden quitar el territorio sin irse de ahí… “. “No sabíamos que existía el dolor profundo de la solastalgia [angustia, estrés mental o existencial causado por el deterioro medioambiental] porque solo teníamos en mente en nuestro imaginario el desarraigo, que es que lo arranquen a uno de la tierra pero no éramos conscientes del profundo dolor que produce que tu tierra ya no sea tuya”.

Los duros aprendizajes en la lucha hacen de Isabel una persona fuerte, que sí sabe dónde está el horizonte. Por eso, terminó el encuentro animando a soñar: “Tenemos derecho a soñar, ustedes tiene derecho a soñar un Envigado distinto, nosotros tenemos derecho a soñar un Cañón del río del Cauca distinto y tenemos derecho a soñar una Antioquia distinta porque estamos cansados de esta Antioquia que desprecia los sentimientos…, que desprecia a los árboles, al bosque, que solo lo ven de dónde sacar la plata como si todo eso sólo fuera plata. No lo es”.

#IsaZuletaAlSenado